Cárcel de amor. Diego de Sampedro. Comentario
Hola, querido amigo dokusha:
Te dejo hoy en esta faltriquera un libro muy leído en el siglo XVI y que influyó de forma poderosa sobre El Quijote… Veréis, Cárcel de amor es una obra de Diego de San Pedro, perteneciente al género de la novela sentimental. La primera edición de la novela, dedicada a Diego Fernández de Córdoba, se imprimió en Sevilla en 1492 y tuvo un enorme éxito, haciéndose durante los siglos XV y XVI veinte reimpresiones en España, y fue traducida a las principales lenguas europeas, y, además, se hicieron numerosas ediciones bilingües y trilingües que indican un probable uso didáctico de ella. Como modelo de prosa literaria fue elogiada por Baltasar Gracián en su Agudeza y arte de ingenio… El autor aparece como un personaje en la obra, siguiendo la tradición de la ficción autobiográfica; la obra comienza cuando este, según el esquema de la visión alegórica, se extravía en Sierra Morena (antecedente del Quijote de Cervantes) y se encuentra con un joven encadenado; este muchacho es Leriano, hijo del duque Guersio, que es llevado a la prisión del Amor por un monstruo llamado Deseo. Siguiéndoles el autor entra en un castillo en la montaña, donde Leriano le confiesa su pasión por Laureola, hija del rey Gaulo de Macedonia, y le ruega que actúe como intermediario. Pero a partir de aquí se encadenan una serie de aventuras dignas de ser leídas, mas, esto, querido dokusha, te toca a ti hacerlo… La novela está constituida por tres núcleos narrativos que se disponen simétricamente. Siguiendo los tratados retóricos medievales que no reconocían la novela como una forma literaria, San Pedro utiliza la narración como una unidad de extensión limitada que se inserta en un discurso, y la emplea junta con una gran variedad de géneros menores, en capítulos sueltos de una extensión similar a la de las demás unidades, como por ejemplo las cartas. Las divisiones de la obra se definen precisamente por el cambio de una unidad retórica a otra, de modo que los distintos modos discursivos se encuentran siempre intercalados, sin que aparezcan en ningún momento dos unidades narrativas consecutivas. El método recomendado por los tratados retóricos como inicio de un discurso es la alegoría, y así comienzan sus obras muchos autores medievales… Es una obra sumamente interesante y que os abrirá las puertas de otras de aquella época y también de épocas posteriores… Entonces, ahora sí, lee y disfruta…
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